El lavarropas es uno de los electrodomésticos más utilizados en los hogares y, a menudo, pasa desapercibido hasta que deja de funcionar. A pesar de ser una máquina robusta, el uso frecuente y la falta de mantenimiento adecuado pueden reducir su vida útil y eficiencia. Para evitar costosos arreglos y garantizar que tu lavarropas siga funcionando correctamente durante años, es importante tomar algunas precauciones y seguir ciertos hábitos de mantenimiento.
COMO CUIDAR EL LAVARROPA
1. Limpia el filtro regularmente
El filtro del lavarropas es una de las partes más cruciales para mantener la máquina funcionando correctamente. Su función es evitar que objetos pequeños, como monedas, botones y pelos, lleguen al sistema de drenaje y causen obstrucciones. Si el filtro está sucio o atascado, puede afectar el rendimiento de tu lavarropas e incluso causar daños a largo plazo.
Para evitar estos problemas, es importante limpiar el filtro de tu lavarropas regularmente. La frecuencia de limpieza dependerá del uso, pero es recomendable hacerlo al menos una vez al mes. La mayoría de los lavarropas tienen un filtro de fácil acceso, por lo que solo tendrás que abrir una tapa en la parte inferior de la máquina y retirarlo con cuidado. Límpialo con agua tibia y asegúrate de retirar cualquier residuo o pelusa que se haya acumulado.

2. Mantén la puerta abierta después de cada uso
Uno de los problemas más comunes que enfrentan los lavarropas es la acumulación de humedad en el tambor y el sello de la puerta. Esta humedad puede generar malos olores, moho y hongos, lo que puede afectar tanto la eficiencia de la máquina como la limpieza de la ropa.
Para evitar que esto suceda, es recomendable dejar la puerta del lavarropas abierta después de cada lavado. Esto permitirá que el aire circule dentro del tambor, ayudando a que se seque rápidamente y evitando la formación de humedad. Si tienes un lavarropas de carga superior, también puedes dejar la tapa ligeramente abierta para que se ventile.
3. No sobrecargues el lavarropas
Sobrecargar el lavarropas es un error común que puede afectar su rendimiento y vida útil. Cuando metes demasiada ropa en el tambor, la máquina tiene que trabajar más duro para girar y distribuir la carga de manera uniforme. Esto puede provocar que el motor se sobrecaliente, que el tambor se desgaste más rápido e incluso que el lavarropas sufra daños en sus componentes internos.

Es importante seguir las recomendaciones del fabricante en cuanto a la capacidad máxima de carga de la máquina. Si no estás seguro de cuánto peso puedes poner, consulta el manual de usuario o busca la etiqueta en el interior del tambor, donde generalmente se indica la carga máxima en kilogramos.
4. Usa la cantidad adecuada de detergente
El uso excesivo de detergente es otro factor que puede perjudicar el funcionamiento de tu lavarropas. Aunque parezca que más detergente significa más limpieza, en realidad, usar demasiado puede causar acumulación de residuos en el tambor y las mangueras, lo que puede obstruir el sistema y reducir la eficiencia del lavado. Además, el exceso de detergente puede dañar las fibras de la ropa y causar irritaciones en la piel.
Asegúrate de utilizar la cantidad recomendada de detergente según el tipo de carga y el nivel de suciedad. La mayoría de los detergentes vienen con una guía en el envase, pero también puedes ajustar la cantidad según el tamaño de la carga. Si tienes un lavarropas de alta eficiencia, es aún más importante usar el detergente adecuado, ya que estos modelos requieren detergentes específicos que generan menos espuma.

5. Revisa las mangueras y conexiones
Las mangueras de entrada y salida de agua son componentes fundamentales para el correcto funcionamiento del lavarropas. Con el tiempo, las mangueras pueden desgastarse, agrietarse o desajustarse, lo que puede provocar fugas de agua o incluso inundaciones. Para evitar estos problemas, es importante revisar las mangueras de manera regular, al menos una vez cada tres meses.
Asegúrate de que las mangueras estén bien conectadas y que no haya signos de desgaste, como grietas o abultamientos. Si encuentras algún problema, reemplaza las mangueras inmediatamente para evitar daños mayores. También es recomendable verificar las conexiones de agua para asegurarte de que no haya fugas. Si es posible, coloca una bandeja debajo de las mangueras para detectar rápidamente cualquier fuga de agua.
6. Realiza ciclos de lavado en vacío con vinagre
Los lavarropas, como cualquier electrodoméstico, acumulan residuos con el tiempo, no solo de detergente, sino también de suciedad, moho y minerales del agua. Para mantener el tambor y las mangueras limpios y libres de malos olores, es recomendable realizar un ciclo de lavado en vacío utilizando vinagre blanco.

Para hacerlo, llena el tambor del lavarropas con agua caliente, y agrega dos tazas de vinagre blanco al compartimiento del detergente. Luego, pon el lavarropas en un ciclo de lavado largo. El vinagre actuará como un desinfectante natural que eliminará los residuos acumulados y neutralizará los malos olores. Repite este proceso una vez cada dos meses para mantener la máquina en buen estado.
7. Limpia el tambor y los sellos de la puerta
El tambor del lavarropas, especialmente en los modelos de carga frontal, puede acumular suciedad y residuos de detergente. Esto no solo puede afectar el rendimiento de la máquina, sino también provocar malos olores. Para limpiar el tambor, puedes usar un paño húmedo para frotar el interior del tambor y los sellos de la puerta. Presta especial atención a los bordes donde se acumulan residuos de detergente y agua.
Si tu lavarropas tiene un sistema de autolimpieza, asegúrate de utilizarlo de vez en cuando para facilitar este proceso. De igual manera, limpia también los sellos de la puerta, que pueden acumular agua y suciedad. Si los sellos están sucios o dañados, pueden causar fugas o filtraciones, lo que puede dañar el aparato a largo plazo.
8. Realiza un mantenimiento profesional periódico
Si bien el mantenimiento básico es importante y puede hacerse por uno mismo, también es recomendable realizar un chequeo profesional periódico. Un técnico especializado puede revisar las partes internas del lavarropas, como el motor, la bomba de drenaje, las mangueras y los cables, para detectar posibles problemas antes de que se conviertan en fallas costosas.
La frecuencia del mantenimiento profesional dependerá del uso que le des al aparato, pero una revisión anual es una buena práctica para asegurarte de que tu lavarropas está en óptimas condiciones.
El lavarropas es un electrodoméstico esencial en cualquier hogar, y mantenerlo en buen estado no solo prolongará su vida útil, sino que también mejorará la eficiencia de los lavados y evitará posibles reparaciones costosas. Siguiendo estos 8 consejos para cuidar tu lavarropas, podrás disfrutar de una máquina en perfecto estado durante mucho tiempo. Además, un lavarropas bien cuidado significa ropa más limpia, menos gastos y mayor tranquilidad.