Son cada vez más las personas que se la pasan buscando métodos para introducir hábitos saludables que vayan a cambiar su calidad de vida. Y mientras muchos de ellos consideran que se necesita de una receta mágica, o de una cantidad excesiva de voluntad, lo cierto es que no es tan complicado como muchos creen.
En primera instancia, hay miles de influencers que exponen consejos sobre cómo se pueden incorporar nuevas formas de cuidar la salud en la rutina de una persona y la realidad es que son muy sencillos de seguir. En este artículo se detallan algunas formas sobre cómo las personas pueden incorporar diferentes actividades que cambien de forma drástica su salud.
HÁBITOS SALUDABLES QUE SE PUEDEN INCORPORAR
1. Ejercicio regular: dedicar al menos 30 minutos al día a realizar actividad física. Puede ser caminar, correr, practicar yoga, hacer ejercicios de fuerza, etc. El ejercicio regular no solo mejora la salud física, sino también la mental. Dentro de los miles de beneficios que incluye, uno de los más importantes es que mejora por completo la calidad de la parte ósea del cuerpo, junto a la muscular. Las personas que hacen deporte tienen menos probabilidades de sufrir quebraduras, o enfermedades crónicas como osteoporosis.
2. Alimentación balanceada: priorizar una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables. Intentar evitar el exceso de azúcares refinados, grasas saturadas y alimentos procesados. Mantener un equilibrio adecuado entre los diferentes grupos de alimentos y asegurarse de mantener una hidratación adecuada es fundamental. Una de las formas de hacer es priorizar una buena compra de supermercado, en donde abunden estos alimentos y no tanto las comidas provenientes de paquetes.
3. Descanso suficiente: dormir de 7 a 9 horas todas las noches. El sueño adecuado es crucial para el bienestar físico y mental, por lo que establece una rutina de sueño regular, evitar las pantallas antes de acostarte y crea un ambiente propicio para dormir en tu dormitorio es clave. Esto significa comenzar con la rutina de sueño una vez que se regrese al hogar cuando el día finaliza. Poner luces tenues y comer algo liviano y saludable es un buen lugar para comenzar.
4. Gestión del estrés: dedicar tiempo todos los días para relajarte y desestresarte. Esto puede incluir prácticas como la meditación, la respiración profunda, la lectura, la música tranquila o cualquier otra actividad que te ayude a desconectar y reducir la tensión acumulada. La salud mental es uno de pilares fundamentales de una vida saludable, y es incluso más importante que la del cuerpo físico. Sin un cuidado excesivo de la mente, la salud no quedará tan priorizada.
5. Mantener relaciones sociales: cultiva relaciones saludables y significativas con amigos, familiares y la comunidad en general. La conexión social es importante para el bienestar emocional. Dedicar tiempo para estar con tus seres queridos, ya sea en persona o a través de medios virtuales si es necesario. Si bien puede ser uno de los hábitos poco usuales, la realidad es que le hace bien a la mente al priorizar la liberación de endorfinas. Las personas tienden a distenderse y a mejorar su salud mental, mientras pasan un buen momento con las personas que quieren.
DE QUÉ FORMA INCOPORAR HÁBITOS SALUDABLES
A todos se nos pueden ocurrir miles de hábitos que se pueden hacer durante la vida diaria y la realidad es que son miles. Sin embargo, lo complicado aparece cuando nadie sabe de qué forma hacerlo, o cómo reestructurar su rutina para que estos puedan generar el impacto que deben, tanto en la salud mental como en la física.
Y si bien no existe un manual sobre cómo hacerlo, lo cierto es que todo depende una cuestión fundamental: disciplina. Si el objetivo está claro y si lo que se quiere es hacer una mejora en la salud del cuerpo, es fundamental tener disciplina y el objetivo claro. Cada vez que haya ganas de tirar la toalla, la disciplina tiene que aparecer para evitar que esto suceda.
No hay que depender tanto de la motivación, porque la misma solo dura un tiempo corto. Cuando una persona ya tiene la rutina bien aceitada y realizada, la motivación se irá y es ahí cuando surgen las ganas de querer dejar de hacer todo y volver a los hábitos antiguos. De allí la importancia que radica en la disciplina, en donde lo más importante es cumplir.
Una de las primeras prácticas que se pueden hacer a la hora de instalar estos hábitos es armar una rutina por hora. En la misma se puede organizar a qué hora realizar cada cosa para que de esa forma no haya excusas de tiempo y se pueda anticipar el próximo movimiento. Eso significa levantarse más temprano para poder cumplir con toda la lista pautada.
Una vez que la rutina con todos los hábitos este lista, solo se necesita de motivación y de disciplina para poder llevarla a cabo. Durante 21 días las personas tienen que cumplirla de forma exigente y sin quejas, para de esa forma comenzar a ver los resultados, tanto el parte física como mental. Y es solamente con una estructura bien afianzada, la forma en la que se podrá resolver.
Incorporar hábitos saludables en la vida diaria puede parecer desafiante al principio, pero con determinación y disciplina, es totalmente factible. No existe un enfoque único que funcione para todos, pero la clave reside en establecer metas claras y mantenerse enfocado en ellas. La disciplina es fundamental para superar los momentos de desánimo y mantener el impulso hacia el cambio positivo.
Con una estructura sólida y un compromiso firme, es posible alcanzar una mejora significativa en la salud física y mental. Cada pequeño paso hacia adelante contribuye al progreso general hacia una vida más saludable y equilibrada. Recuerda, el cambio comienza con pequeñas acciones diarias y la voluntad de mantenerse en el camino hacia el bienestar.