Son muchos factores los que influyen en la dieta y en el estilo de vida que elegimos para vivir nuestra vida. Además de la selección de alimentos que determina el tipo de dieta que vamos a tener, juega un factor clave el elegir los horarios en donde vamos a tener nuestras comidas. A raíz de esa inquietud es que surgió un estudio que determina la hora a la que vamos a desayunar.
El estudio explica que hay una franja horaria durante el día que optimiza la absorción y digestión del desayuno. Esto es debido a cómo funciona nuestro cuerpo por la mañana, así como la forma en la que continúa trabajando durante el resto del día. A continuación del horario y del momento de la jornada que mejora esta comida.
CUANDO DESAYUNAR Y POR QUÉ
Un estudio de la Universidad de Tel Aviv sugiere que la mejor hora para desayunar y evitar ganar peso es antes de las 9:30 de la mañana, ya que nuestro cuerpo metaboliza los alimentos de manera más eficiente en ese momento. Si bien lo recomendado es mantenerse dentro de esa hora, lo cierto es que lo mejor que se puede hacer es esperar una hora después de levantarse para desayunar.
La realidad es que el cuerpo necesita de activación en todos los sentidos antes de ponerse a digerir comida. Desde que uno se despierta hasta que amanece, es clave tomar solamente agua, o en su defecto saborizada con limón, para que lentamente el cuerpo se vaya aclimatando y el sistema digestivo comience con su trabajo.
El desayuno debe ser balanceado y rico en todos los grupos de alimentos. Debe contar con una fuente de proteína, una de carbohidratos, una de grases y minerales y vitaminas. Un buen ejemplo es una tostada con huevo revuelto, palta y una fruta al lado, o un bowl de yogurt con granola y fruta. De esa forma se incorporan todos los grupos de alimentos y se vive de forma balanceada el resto del día.
El estudio también recomienda tener una colación a media mañana, como una fruta o un pedazo de queso, para evitar llegar con mucho hambre a la hora del almuerzo. Mantener en el mismo nivel los niveles digestivos durante todo el día es lo que más va a facilitar y mejorar la salud de nuestra digestión, sin elevar los niveles de azúcar ni de cortisol.
La última recomendación del estudio es cenar temprano y algo muy liviano. Por la noche se recomienda que se priorice el descanso por sobre el resto de las cosas por hacer, ya que el cuerpo viene cansado y es importante dejarle el tiempo que necesita para recuperarse del día que vivió.
Fijar horarios regulares para nuestras comidas es crucial, ya sea para perder peso o simplemente mantenernos saludables. Establecer estos horarios no solo organiza nuestro día, sino que también aprovecha el reloj interno de nuestro cuerpo, que regula funciones esenciales como la digestión y la absorción de nutrientes. Al seguir estos horarios, podemos mejorar el funcionamiento de nuestro metabolismo y sentirnos mejor en general.