Cada vez son más las personas que tienen el objetivo de arrancar cualquier tipo de entrenamiento cuando comienza un año nuevo. Y es que los objetivos personales se renuevan junto con el año, por lo que necesitan de motivación y entusiasmo para iniciar. Sin embargo, muchos de ellos se enfrentan a una problemática que nunca llegaron a contemplar previo a comenzar.
Hay veces que personas que entrenan por primera vez se dan cuenta que las sesiones de ejercicio se les hacen muy largas, por lo que les cuesta completarlas. Eso es un fuerte problema que se enfrenta al objetivo de mejorar la condición física de cada uno. Por fortuna, hay varias cosas que se pueden hacer para que el entrenamiento se vuelva más llevadero.
Antes de comenzar a determinar cuáles son los consejos que se pueden aplicar para empezar a amigarse con el tiempo que se invierte en el gimnasio, es clave detallar una forma de comenzar que puede colaborar con los principiantes, especialmente para no se desanimen y puedan seguir trabajando para obtener así sus objetivos.
En primer lugar, es recomendable con comenzar entrenando dos veces por semana. Esto por dos motivos: en principio porque el cuerpo tiene que acostumbrarse a recibir un estímulo que hasta el momento desconocía por completo. Y en una segunda instancia, justamente para que toda la nueva información no sea tan abrumadora para el que recién comienza.
A continuación se detallan diez consejos que se pueden aplicar para que las personas puedan hacer de su sesión de entrenamiento un momento de disfrute y de placer. Si bien es algo que se desarrolle con el tiempo, es fundamental poner toda la voluntad para que no se tire la toalla apenas uno haya arrancado.
10 CONSEJOS PARA SOBRELLEVAR EL ENTRENAMIENTO
1. Establecer metas realistas: al fijar metas alcanzables y a corto plazo, como correr una determinada distancia en cierto tiempo o aumentar tu fuerza gradualmente, se permite medir y celebrar los logros con regularidad. Esto ayuda a mantener alta la motivación y el enfoque en el progreso, más que en el objetivo final.
2. Mantener una rutina consistente: una rutina regular de entrenamiento ayuda a establecer hábitos saludables y a mantener el impulso. Elegir horas fijas para entrenar cada día crea estructura y disciplina, facilitando la adherencia a tus objetivos de acondicionamiento físico. Genera, además, un gusto por disfrutar del proceso y de esperar el entrenamiento con felicidad y ansias.
3. Escucha a tu cuerpo: reconocer las señales de fatiga y dolor es crucial para evitar lesiones. Aprender a diferenciar entre el dolor normal del entrenamiento y las señales de advertencia de tu cuerpo. Si hay permanencia de dolor persistente o agudo, hay que tomarse el tiempo necesario para recuperarte antes de volver a entrenar.
4. Varía tu entrenamiento: la variedad en tu rutina no solo mantiene el interés y la motivación, sino que también desafía diferentes grupos musculares y habilidades. Incorporar ejercicios cardiovasculares, de fuerza, flexibilidad y equilibrio para desarrollar un cuerpo equilibrado y evitar el estancamiento. Permite además identificar cuáles son esas actividades que más le gustan a uno, lo cual hará que ejercitar sea divertido.
5. Hidratarse y alimentarse bien: tomar suficiente agua durante el entrenamiento es esencial para mantener el rendimiento y prevenir la deshidratación. Además, asegurarse de consumir una dieta equilibrada que incluya proteínas magras, carbohidratos complejos y grasas saludables para apoyar la recuperación muscular y la energía necesaria para tus entrenamientos.
6. Descansar suficiente: el descanso adecuado es clave para permitir que tu cuerpo se recupere y se fortalezca después del entrenamiento. Todos los especialistas indican que dormir lo suficiente cada noche y considerar incluir días de descanso activo o de baja intensidad en tu rutina para evitar el sobreentrenamiento y las lesiones son pilares que son esenciales para el entrenamiento.
7. Mantener una actitud positiva: adoptar una mentalidad optimista sin dudas que ayuda a superar los desafíos y mantener la motivación a lo largo del proceso de entrenamiento. Celebrar cada pequeño logro y aprender de tus errores sin desanimarte, enfocándote en tu progreso continuo.
8. Incorpora el calentamiento y enfriamiento: realizar calentamientos antes y estiramientos después del entrenamiento ayuda a prevenir lesiones y mejora la flexibilidad. Dedicar tiempo a preparar adecuadamente tus músculos para la actividad física y a permitir una recuperación gradual al finalizar tus sesiones. Eso hará que el cuerpo este más blando y mejore su capacidad para la siguiente sesión de entrenamiento.
9. Busca orientación profesional: esto es esencial para todos los que recién comienzan. Trabajar con un entrenador certificado puede brindar una dirección experta y personalizada. Un entrenador puede ayudarte a establecer metas realistas, corregir tu técnica y ajustar tu programa de entrenamiento según tus necesidades individuales, maximizando así tus resultados.
10. Disfruta del proceso: encontrar actividades que te apasionen y que te hagan sentir bien física y mentalmente. El entrenamiento no solo se trata de alcanzar objetivos, sino también de disfrutar del viaje hacia una mejor versión de uno mismo. Mantener una mentalidad abierta y experimenta con diferentes formas de ejercicio hasta encontrar lo que más te motive y te divierta.
Lo bueno que tiene comenzar a hacer entrenamiento, es que destapa una vorágine de querer mejorar la calidad de vida de cada uno en cualquier tipo de sentido. Al preocuparse por la salud del cuerpo, las personas empiezan a comer mejor, a cuidar su salud mental, a mejorar la forma en la que se relacionan con las personas y con esas situaciones que les hacen mal.
Por lo que entrenar no solo corresponde con una cuestión física. Si bien tiene muchísimo que ver, hay algo más importante, que aunque subyacente e invisible, corresponde a un crecimiento personal que hará que cualquier persona se siente mejor en su propia piel. De ahí que todos recomiendan comenzar a hacer ejercicio, porque es el principio de un gran cambio en todos los aspectos de la vida.