5 maneras de meditar

La meditación es una práctica milenaria que nos permite cultivar la calma y la claridad mental, promoviendo así nuestro bienestar emocional y físico. Aunque existen muchas formas de meditar, acá abajo te presentamos cinco enfoques populares y efectivos para comenzar tu viaje de ida la reflexión:

  1. Meditación de atención plena (mindfulness): Esta forma  se centra en estar presente en el momento actual, observando tus pensamientos, emociones y sensaciones sin juzgarlos. Podés empezar estando sentado/a en un lugar tranquilo, cerrando los ojos y dirigiendo tu atención a tu respiración. Observá cómo inhalás y exhalás, y cuando tu mente se distraiga, suavemente volvé a enfocarte en la respiración. La meditación de atención plena te ayuda a desarrollar la capacidad de estar consciente y alerta en tu vida cotidiana.
  2. Meditación basada en visualización: Esta forma de meditar utiliza imágenes mentales para promover la relajación y la concentración. Podés elegir una imagen o escena que te inspire calma, como un paisaje natural o una vela encendida. Cerrá los ojos, visualizá la imagen con claridad y pensá en los detalles. Podés combinar la visualización con la respiración consciente para aumentar la sensación de tranquilidad.
  3. Meditación de bondad amorosa (loving-kindness): Esta práctica se centra en cultivar sentimientos de amor, amabilidad y compasión hacia uno mismo y hacia los demás. Empezá sentado/a en una posición cómoda y repite frases positivas en tu mente, como “que esté seguro, que esté feliz, que esté en paz”. Dirigí estas intenciones tanto a vos como a las personas queridas. La meditación de bondad amorosa nutre sentimientos positivos y fomenta la conexión humana.
  4. Meditación en movimiento: Esta forma se realiza a través de actividades conscientes, como el yoga, el tai chi o simplemente caminar enérgicamente en la naturaleza. Concentrate en cada movimiento, en las sensaciones físicas y en la conexión con tu cuerpo. Sentí el flujo de energía mientras te movés y mantené tu atención en el presente. Esta meditación  combina la práctica física con la atención plena, brindándote una experiencia holística.
  5. Meditación de sonido: Esta práctica se centra en la atención a los sonidos presentes en tu entorno. De una forma cómoda, enfocá tu atención en los sonidos que escuchás, ya sea el ruido del viento, el canto de los pájaros o el flujo del agua. Te ayuda a desarrollar una relación consciente con el entorno auditivo y a estar presente en el momento.

Recordá que la meditación es un proceso personal, y cada persona puede encontrar su enfoque preferido. ¡Experimentá con estas formas de meditar y descubrí la que te sienta mejor!

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