Un reciente estudio llevado a cabo por el Observatorio Social de la Fundación “la Caixa”, bajo el título ‘El Teletrabajo Después de la Pandemia: Perspectivas desde el Trabajador’, determinó hallazgos significativos sobre el papel del trabajo remoto en la distribución de las responsabilidades domésticas, especialmente entre hombres y mujeres.
Según este análisis, el trabajo remoto emerge como un factor determinante para los hombres en cuanto a su mayor implicación en las tareas del hogar y el cuidado de los hijos. Sin embargo, para las mujeres, trabajar desde casa no parece marcar una diferencia sustancial.
EL TRABAJO REMOTO Y LAS TAREAS DEL HOGAR: CAMBIO DE PARADIGMA
Los resultados revelan que el 30 % de los hombres que trabajan de forma remota al menos un día a la semana afirman estar más involucrados en las tareas domésticas, en comparación con solo el 18 % de aquellos que trabajan exclusivamente en modalidad presencial. En términos porcentuales, esto significa que los hombres que teletrabajan son 12 puntos porcentuales más propensos a contribuir en estas labores que sus homólogos que asisten a una oficina de forma diaria.
En contraste, las diferencias entre las mujeres son menos pronunciadas: el 51 % de las mujeres que trabajan desde el hogar y el 50 % que no, declaran estar más involucradas que sus parejas en las tareas domésticas. Esto es el dato histórico que siempre acompañó a todas las familias, sobre todo antes de la pandemia.
IMPLICACIONES EN EL CUIDADO DE LOS HIJOS
Ahora bien, en cuanto al cuidado de los hijos la cuestión cambia también un poco. El 48 % de las mujeres que trabajan remoto dicen contribuir más en el cuidado de los hijos, mientras que el 47% de las mujeres que teletrabajan lo hacen en proporciones similares a las de sus parejas. Estas cifras son prácticamente idénticas para las mujeres que trabajan fuera de casa.
Entre los hombres, el 24% dicen hacer más que sus parejas en las actividades relacionadas con los niños, el 59 % de los hombres contribuyen en la misma proporción y solo el 17 % de los hombres contribuyen menos que sus parejas, frente al 22 % de aquellos que no teletrabajan.
Estas cifras sugieren una diferencia notable del 5 % entre los hombres que contribuyen menos y que teletrabajan, en comparación con aquellos que trabajan fuera de casa. Según la investigadora y coautora del estudio Lídia Farré, “el teletrabajo está asociado a una mayor participación de los hombres en las labores domésticas”.
Además, el estudio revela que algunos trabajadores estarían dispuestos a renunciar a parte de su salario a cambio de la posibilidad de teletrabajar, aunque esta disposición disminuye a medida que aumenta la reducción salarial propuesta.
Aproximadamente el 90 % de los encuestados están de acuerdo en que el trabajo a distancia mejora el equilibrio entre responsabilidades familiares y personales, y valoran positivamente la reducción de costos y la mejora de su bienestar emocional.
