Bailar es una actividad muy beneficiosa para la salud mental. Según una investigación de la Universidad de Örebro, en Suecia, niñas y adolescentes de entre 13 y 19 años mejoraron su estado de ánimo, su autoestima y la capacidad para enfrentarse a los problemas diarios, además de ver reducidos sus síntomas psicosomáticos luego de ocho meses de baile.
Por otro lado, un estudio de la Universidad de Hertfordshire, en Reino Unido, señaló que no solo mejora el ánimo. Sino que, además, quienes lo practican con regularidad logran un nivel de autoestima superior a quienes no lo hacen. También se relacionan con más facilidad con los demás, suelen encontrar pareja más rápidamente y favorece a las personas que padecen Parkinson, entre otros beneficios.
El baile es mucho más que una actividad física, pues en cada cultura el baile carga con un valor simbólico y se realiza por motivos festivos, sociales, religiosos y artísticos. Además, los expertos aseguran que existe una conexión emocional entre el movimiento y el individuo, mucho antes de que se desarrolle el lenguaje.
Entre los beneficios que presenta esta actividad, adicional al plano físico, el baile puede ayudar a calmar la ansiedad y es un gran recurso para “hacer terapia” ya que:
- Ayuda a conectar con uno mismo, a conocerse a través del lenguaje corporal y despierta sentimientos y emociones. De esta forma, cuando uno baila expresa y canaliza la ansiedad, favoreciendo una adecuada gestión emocional.
- Mejora el estado de ánimo ya que el baile favorece a que la mente se libere de los miedos y preocupaciones. Por eso, es una actividad muy recomendable aquellas personas que experimentan estrés y ansiedad, pero al ser una actividad social también resulta sano para las que se sienten solas.
- Desarrolla la concentración ya que es necesario pensar de forma cuidadosa en los movimientos que uno hace en la danza. Además, este es uno de los principales motivos por el que uno se libera de las preocupaciones y comienza a practicar la atención en el aquí y ahora, en el presente.
- Refuerza la autoestima porque, cuando se comienza a bailar, solo existe la opción de ser paciente y mejorar con el paso del tiempo. En consecuencia, el hecho de saber que poco a poco uno mejora y adquiere mayor destreza, provoca un aumento en el nivel de confianza con uno mismo.
Siempre se debe buscar aquello que sirva para mejorar la salud y la calidad de vida de las personas. En el caso del baile, esta disciplina permite, tanto a adultos y niños, como a hombres y mujeres, no solo mover todas las partes del cuerpo y quemar calorías sino que, además, permite disfrutar y divertirse.