No hay nada más romántico que prestarle a esa chica que nos gusta el buzo o sweater cuando tiene frío. Nos hace sentir fuertes y responsables de saber que estamos cuidando a esa persona importante que tenemos al lado. Sin embargo, y a través de este gesto tan noble, muchos comenzaron a preguntarse por qué las mujeres suelen tener más frío que los hombres.
Y la realidad es justamente así: se han realizado muchos estudios que demuestran que, por lo general, la composición genética de las mujeres hace que ellas tiendan a tener el cuerpo más frío que los hombres, cuyas dimensiones son más grandes. ¿Se debe a la quema de calorías? ¿Depende de las estaciones del año?
POR QUÉ LAS MUJERES SIENTEN MÁS EL FRÍO QUE LOS HOMBRES
1. COMPOSICIÓN CORPORAL:
Las mujeres tienden a tener una mayor proporción de grasa corporal en comparación con los hombres. Dado que la grasa es un aislante térmico menos eficiente que el tejido muscular, las mujeres pueden sentir más frío porque la grasa no retiene el calor de manera tan efectiva.
2. METABOLISMO BASAL:
Los hombres tienden a tener un metabolismo basal más alto que las mujeres, lo que significa que generan más calor interno en reposo. Esto podría hacer que los hombres perciban menos frío que las mujeres en ciertas situaciones.
3. CIRCULACIÓN SANGUÍNEA:
Las mujeres tienden a tener una circulación sanguínea periférica más sensible. Esto significa que en condiciones de frío, el cuerpo puede dirigir más sangre hacia los órganos vitales, como el corazón y los pulmones, dejando las extremidades más susceptibles a la sensación de frío.
4. HORMONAS:
Las hormonas también desempeñan un papel en la regulación de la temperatura corporal. Por ejemplo, los cambios hormonales durante el ciclo menstrual pueden afectar la percepción de la temperatura en las mujeres. Durante la fase lútea, que ocurre después de la ovulación, algunas mujeres informan sentirse más frías que durante la fase folicular.
Estas respuestas pueden acercarnos a la respuesta que buscamos en este árticulo… pero lo cierto es que al final del día depende de cada uno. Además de los genes que poseemos, el estilo de vida que adoptamos juega un rol clave en cómo percibimos el frío y el calor. Una mujer que entrene fuerza en el gimnasio, y que por ende posea una buena cantidad de músculo, ya a ser mucho más resistente a las bajas temperaturas que el hombre que no cuida su salud en lo absoluto.
La realidad es que, si bien hay una predisposición del hombre a sentir más calor que la mujer, lo cierto es que es difícil medirlo en variables objetivas. Los casos de estudio estiman que sí, la mujer es más friolenta y el hombre más caluroso, pero estos índices quedan supeditados a la vida diaria de cada uno.